Para la construcción de estructuras → certificar las “propiedades” de la madera nacional

 Para la construcción de estructuras → certificar las “propiedades” de la madera nacional

“Detectamos que los profesionales de la construcción se están inclinando cada vez más” al uso de la madera para construir viviendas, dijo en El Mercado Agropecuario la Arq. Laura Moya, docente e investigadora de la Facultad de Arquitectura de la Universidad ORT.

Aunque “estamos acostumbrados a la construcción tradicional, están optando por esta tecnología porque permite una mayor rapidez en la ejecución de la obra”, destacó.

Afirmó en Carve que “una vivienda de unos 70 metros cuadrados construida con la tecnología tradicional” (hormigón armado, ladrillos cerámicos, etc.) requiere “unos seis o siete meses para ser construida”, mientras que en el caso de una vivienda de la misma superficie, con estructura de madera, “los plazos pueden ser reducidos a la tercera parte”.

“O sea que ahí tenemos un cambio importante, ¿no? Y una reducción importante, asociada a los costos de la obra”, agregó la Arq. Moya, que también es Magíster en Construcción en Madera y Dra. en Recursos Naturales con énfasis en Productos Forestales.

Señaló que “una pieza de madera tiene que tener la resistencia, la rigidez y la densidad” adecuadas -entre otras propiedades- “para ser usadas en estructuras”.

No es un problema de especies forestales sino de atributos estructurales de la madera, aclaró. En el país hay madera “para uso estructural”, fundamentalmente “de pinos nacionales” y también de eucaliptus, “sobre todo grandis”, dijo.

Pero subrayó que un problema a solucionar es que “la madera de pino o de eucaliptus de producción nacional se vuelca en el mercado local sin ninguna especificación técnica”.

El primer paso para resolverlo consiste en que, en los aserraderos, se clasifique la madera en función de sus atributos.

A partir de “una clasificación visual”, un operador entrenado puede establecer, por ejemplo, que “los nudos con determinado diámetro son aceptados y clasifican con un grado estructural 1, mientras que, si los nudos tienen diámetros mayores a esos, la pieza clasifica en un grado inferior o eventualmente es rechazada”, explicó.

Pero enfatizó que “el proceso de certificación es ir más allá de esto” e implica que “una agencia certificadora venga a la empresa, tome un lote de madera que ya haya sido clasificada como grado 1 o grado 2 o rechazada, le haga los ensayos correspondientes y le estampe un sello de certificación” que acredite, por ejemplo, que esa madera “es grado 1” y que tiene las propiedades necesarias.

La Arq. Laura Moya es también una de las coordinadoras académicas del Diploma de Especialización en Diseño, Cálculo y Construcción de Estructuras de Madera, que la Universidad ORT dictará en conjunto con la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República.

Es un nuevo posgrado -que se inaugura este año-, cuyos cursos comenzarán el próximo lunes.

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