“Encontramos sistemas bastante alterados, en malas condiciones”

 “Encontramos sistemas bastante alterados, en malas condiciones”

En una Jornada de Divulgación sobre aportes de Proyectos FPTA (Fondo de Promoción de Tecnología Agropecuaria) Vinculados a la Intensificación Agropecuaria y la Sostenibilidad Ambiental, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) convocó a especialistas en diversos temas, a los que se había encomendado previamente estudiar esos Proyectos y sus impactos.

Participaron en esos estudios técnicos de las facultades de Ingeniería, Química y Ciencias -de la Universidad de la República-, de Fucrea y del Cinve (Centro de Investigaciones Económicas).

Al Lic. en Biología y Dr. en Ciencias Naturales, Rafael Arocena -investigador en la sección Limnología de la Facultad de Ciencias-, correspondió presentar en la Jornada su informe sobre el FPTA N° 170: “Mitigación del impacto de la lechería en las aguas superficiales de la cuenca lechera del embalse Paso Severino”.

Se analizaron 10 arroyos y “las conclusiones generales” fueron que “encontramos sistemas bastante alterados, en malas condiciones podríamos decir”, afirmó en El Mercado Agropecuario el Dr. Arocena, miembro del equipo científico que realizó el estudio.

“En particular, ocho de ellos en muy malas condiciones y dos que los elegimos un poco como control” -ubicados dentro de la zona pero más al Norte-, “que estaban en malas condiciones”, pero no en los mismos grados que los anteriores, tanto en los indicadores químicos como en los biológicos y los de hábitat, agregó en Carve.

En el estudio de campo (cerrado en 2012) se estableció que la calidad del agua estaba afectada por “altos niveles de nutrientes, por ejemplo, en particular de fósforo” en afluentes del embalse de Paso Severino, lo que genera “un sistema donde hay un mayor tiempo de retención del agua, donde esos nutrientes pueden ser factores desencadenantes de floraciones algales o de cianobacterias”, detalló.

En coincidencia con otras investigaciones -previas a ésta, y también posteriores y recientes- realizadas por técnicos de distintas entidades, se observaron niveles de fertilización con fósforo “en cantidades más allá de las aprovechables” para producir, indicó el Dr. Arocena.

Puntualizó que en algunos estudios efectuados por agrónomos se señaló que la forma de aplicación de los fertilizantes también es un factor importante del problema, “en la medida en que, si es una aplicación superficial porque ya no se usa el laboreo, hace que ese fósforo quede fácilmente movilizable y llegue a los cursos de agua”.

Respecto al impacto de la lechería, dijo que el equipo de Facultad de Ciencias observó que en “aquellas cuencas con mayor cantidad de tambos, sobre todo medianos, y con menos plantas de tratamiento, evidentemente la calidad de los sistemas era peor”.

Se constató que “hay una relación, aunque no pudimos cuantificarla exactamente, pero a grosso modo se ve que algunas cuencas con grandes tambos, que por ley están obligados a hacer el tratamiento”, la calidad del agua “no está tan mal”, resumió en Carve el Dr. Rafael Arocena.

Acerca de la disposición final de los efluentes de tambos y, en general, del manejo productivo-ambiental de los establecimientos lecheros, está en curso el Plan de Lechería Sostenible para la Cuenca del Santa Lucía -que Paso Severino integra-, implementado por la Dirección General de Recursos Naturales del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).

Y también está disponible, desde hace años, el Manual para el Manejo de Efluentes de Tambo, producto de un acuerdo entre el Proyecto Producción Responsable (PPR, del MGAP) y la Fundación Julio Ricaldoni, de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República.

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